7 jul 2009

15 minutos


Le pedí a mi jefe salir quince minutos antes y el muy egoísta, el muy rufián, el muy… no me dejó.

Cuando desperté ese día, me encontré empapado en sudor, había tenido un sueño horrible: mi novia se había casado con otro.
Fue entonces cuando lo decidí, quizás fuese una premonición. No creo en esas cosas, pero el sueño había sido tan real…

Llevábamos cuatro años de novios, y si es cierto que lo habíamos hablado muchas veces, también es verdad que nunca le pedí formalmente en matrimonio.
Así que me vestí y decidido me dirigí al trabajo. Le pediría a mi jefe salir antes para comprarle un anillo de compromiso en la tienda que hay junto al despacho. Sólo serían quince minutos, ¿se iba a negar? Pues el muy canalla, el muy avaro, el muy… se negó.

Pasé el día cabreado, pagando el mal genio con mis compañeros. Pero es que era injusto, yo siempre me quedaba más tiempo si mi jefe lo necesitaba. Jamás lo volvería a hacer, a partir de ese día sería tan egoísta como él.
Todo me salió mal esa mañana, el ordenador se quedó bloqueado, la impresora dejó de funcionar, y para colmo cuando tenía todos los documentos ordenados, éstos se cayeron al suelo. Aquello parecía una conspiración en mi contra.
Aun así yo no me desanimé, continuaba con la fija idea de regalarle un anillo de compromiso a mi novia, sólo que en lugar de comprarlo en la joyería de al lado, tendría que coger el coche hasta un centro comercial que no cierran a medio día.

A las dos en punto salí del despacho, corriendo como un poseso. En la entrada había un barullo tremendo, por lo visto habían atropellado a alguien. Me moría de ganas por ver lo ocurrido, pero un corrillo de gente me lo impedía. Durante un segundo sentí el impulso de acercarme, la gente solemos ser cotilla y entrometido. Desistí, estaba seguro que era otro truco del destino para hacerme perder el tiempo y no terminar lo que tenía planeado hacer ese día.

Tomé el coche, y durante el camino aproveché para llamar a casa y decirles que no iría a comer. Mi madre se disgustó un poco porque le iba a dejar la comida plantada. Luego llamé a mi novia sólo para decirle que la quería, le extrañó, claro, pero creo que le gustó mi llamada. También le dije que aquella noche se pusiera el vestido más elegante de su guardarropa, que iríamos a un restaurante a comer. Por un momento se quedó muda y pensé que se había desmayado, luego, muy bajito, me contestó que de acuerdo, que así lo haría.

Compré el anillo y regresé al despacho; el corrillo de gente seguía allí. Me detuve y vi a mis compañeros, todos parecían afligidos. Tenía que ser un conocido. ¡Dios! ¿Un compañero? O mi jefe, sin querer me salió una sonrisita, pero es que lo odiaba en ese momento.
Me acerqué un poco más y observé que todos tenían lágrimas en los ojos. Fui mirando uno a uno a todos los presentes, para comprobar quién era el ausente; no faltaba ninguno.
El único que no estaba era mi jefe. Por un momento, el remordimiento me pellizcó. Continué acercándome, cada vez más despacio, le había dicho tantas cosa feas al pobre hombre aquél día…

Cuando vi al difunto la sangre se heló en mis venas. Levanté la cabeza para comprobar el rostro de todos los presentes. Me sorprendí al ver a mi novia llorando desfallecida, a su lado, sujetándola, estaba mi jefe. Mi jefe, el muy canalla, el muy mezquino, el muy… aquella mañana, sí me había dejado salir quince minutos antes.

16 comentarios:

Guardiana de la Vega dijo...

Éste si que es difícil.
La novia, que era la amante del jefe?
El jefe, qué era, su padre?
Porque su madre, no, claro.
La novia que había ido a esperarlo?
Estoy hecha un lío,; me quedo con la primera pregunta.
Besitos, como sigas así, va a haber que ser Shelok Holmes para decisfrar tus relatos. JEJEJE.

Unknown dijo...

¿Has visto las películas: "Los otros" o "El sexto sentido? te recomiendo que las veas.
Besitos

Carolina dijo...

Pues mi primera impresión fue la misma que Guadiana. Ahora lo entiendo...

Unknown dijo...

Lo siento, chicas, ha sido un error por mi parte. Supongo que tendría que tendría que haberlo repasado antes de colocarlo.
Gracias, Carolina, por pasarte aquí y por tu comentario.

Sory dijo...

Guadiana, Carolina, desde mi más sincera humildad ante dos grandes artistas, este relato me hace sentir que en la vida todo pasa por algo y que si algún día cualquier situación no transcurre como deseamos tal vez sea porque positivamente nos esté librando de algún mal... En esta vida hay que saber adaptarse a los cambios de caminos que nos cruza el Destino,,,No se si estoy en lo cierto, al menos es lo que a mí me transmite, ahora contestame tu, hermanita,,,besos

Unknown dijo...

Yo no podía haberlo dicho mejor. Pero también es verdad, que si hay que explicar el significado de un relato, es porque no está bien redactado. Por eso agradezco a Guardiana y a Carolina sus comentarios, para en un futuro intentarlo mejorar (es así como se aprende).

Mi personaje, por salir quince minutos antes no consiguió su sueño, en cambio si hubiese salido a su hora ¿lo hubiese conseguido? Yo he puesto que sí, cabreado, pero con su anillo en las manos. Comprendo que puede ser un lío.
La cuestión es que el jefe seguía siendo un”muy….”, tanto si lo dejaba salir antes, como si no jeje.
Un beso a todas

Anónimo dijo...

Desmallarse es quitarse las mallas. Desmayarse es perder el sentido.

Unknown dijo...

Se agradece la aclaración. Otro fallo por mi parte. ¡Uff!

Anónimo dijo...

No tiene importancia Mjesús; más abajo se te coló un echo, de echar, con hache. La ortografía no resta un ápice de interés literario a un relato, aunque seguramente uno espera que quien tiene esa afición y pasa tanto tiempo con las letras vaya puliendo también ese aspecto.
Ni te desanimes ni te avergüences, sólo trabaja sobre ello. Es mucho más fácil de lo que parece. Consulta siempre todas tus dudas en www.rae.es y en poco tiempo te librarás de posibles faltas de ortografía.

Yaras dijo...

He leido el relato, y la verdad me ha encantado, me ha recordado a la película vidas cruzadas de la Partlow (o como se escriba ese dichoso apellido), hasta que no llegas al final, no se desvela el misterio. Sigue así!!! y tú si que eres una fenómena!!!!
Bsitos!!!^-^

Unknown dijo...

Yo también te quiero.
Besos

Victoria dijo...

Me has dejado alucinando,es real'pq si lo es tu jefe era lo peor de los seres humanos pero tu novia?Con cariño Vicky

Yaras dijo...

A Victoria, espero no meterme donde no me llaman, pero... si fuera real, MJesus, sería un hombre y su fantasma habría escrito el relato.

Lo bueno que tienen los relatos, que cada palabra que leemos nos transporta a un mundo de ilusión dónde todo puede suceder, nos enseñan a ver las cosas desde otro punto de vista, otra manera de ver la vida, y sobre todo, una moraleja o lección de la misma. En este caso como bien dijo Sory, nos enseña los caminos que puedes tomar, el destino.. es una lectura amena, e intrigante, quieres leer para saber que ocurre, no se hace pesada, ni nos hace decir.. "bueno, luego sigo". Puede que haya a personas a las que les cueste ver la realidad de lo que está escrito, lo que nos enseña MJesus en este relato. Para ello, sólo hace falta volverlo a leer, con la mente despejada, sin pensar éste es tal y aquel cual, sólo leer y dejarse transportar a ese momento en que se escribe. En el final del todo del relato, te muestra la cruda realidad.

Perdón por extenderme tanto, pero ya leí por ahí arriba otros comentarios preguntando cual es la trama del relato. Desde la primera vez que lo leí, lo entendí a la perfección. El kit de toda la cuestión, es en entender esta frase "Mi jefe, el muy canalla, el muy mezquino, el muy… aquella mañana, sí me había dejado salir quince minutos antes."
Sólo eso, nada más.

Y como bien dije al princio, espero no meterme donde no me llaman, y si ha sido así, pido disculpas por adelantado.

Bsitos!!!^-^

pd: nena, cuando podré leer el nuevo "corazón de nácar"?

Blanca Miosi dijo...

MJesus, qué relato tan electrificante.

Mezclas la fantasía con la realidad de manera magistral, pues nos llevas de la nariz a preguntarnos cada vez que terminamos un párrafo, ¿será la novia, la muerta? ¿será el jefe, el muerto? sin imaginarnos ni por un segundo. Eso: ni por un segundo, que el muerto era él. El novio, el que debía comprar el anillo, el que había llamado a la novia y ésta le había contestado extañada; un toque sutil, pero que queda allí, flotando, como una más de las piezas de este exquisito rompecabezas.
El jefe tiene la mano de la novia, no es el jefe el muerto, es él. Se me eriza el cuerpo.

Es un magnífico relato, amiga, te felicito.

Blanca

Unknown dijo...

Comprendo Blanca, que es un poco complicado. Únicamente quería dar dos versiones de una misma situación. Lo que pensé que hubiese ocurrido de salir antes, y lo que hubiese ocurrido de salir a su hora. Simplemente eso, que la novia esté abrazada al jefe, es irrelevante, mi intención no era colocarlos de amantes.
Algunos lo habéis captado tal cual es, otros se han hecho el lío padre. Y la culpa es mía, por mi empeño de enmascarar las cosas hasta el final.
Besos, Blanca. Ya sé que tu libro funciona a las mil maravillas.
FELICIDADES

Blanca Miosi dijo...

Por supuesto, MJesus, se entiende perfectamente que el jefe tomando de la mano a la novia es simple acto de compasión o de sentimiento ante lo acontecido. Pero es un toque al fin y al cabo sutil, por eso lo mencioné.

Gracias por tus palabras de ánimo, espero que que mi libro siga funcionado bien.

Besos