25 feb 2010

El observador

Un fresco aroma envolvió la plaza tras la fina lluvia veraniega. Las palmeras, muy dignas ellas, alzaron sus brazos agradeciendo cada gota. El lugar se quedó silencioso, y yo, escondido en el arriate, esperaba el momento oportuno para salir. Desde mi posición, observé los columpios, toboganes y ruletas que esperaban pacientes el regreso de las risas.
Me acerqué a un banco de hierro que el tiempo se había encargado de deslucir. Los bancos de los parques son buenos confidentes ¿Cuántos secretos habrá escuchado? y sin embargo ahí está, discretos, inmutable, y seguramente echando de menos los coloquios diarios.
Con pasos cortos, me coloqué junto a la fuente que hay en el centro, cautelosamente para no ser visto. Al igual que las plantas, agradecí la lluvia pues estaba sediento. La comida no me importaba, me bastó una ojeada para comprobar que había mucha por todas partes: los niños pacas veces se comen toda la merienda, lo sé porque los veo a diario. Me gusta observar a los niños, a sus madres, desde luego siempre escondido, siempre desde lejos, y aun así me llegan sus risas ¡cuánto me gustan las carcajadas sinceras de los niños!
Tenía que apresurarme, había escampado y el griterío volvería a la plaza. Me acerqué a la fuente, y sorbo a sorbo fui saciando mi sed. Luego, con una rápida y profesional acrobacia, atrapé con mi pequeño pico un trozo de pan con mantequilla y me lo llevé a mi escondite; un nido, en la rama de un árbol, en la esquina derecha de la plaza.

12 comentarios:

Felipe Medina dijo...

Muy bien narrado y escrito de la pequeña vida en un parque

Saludos

Katy dijo...

Hola Mª Jesús, muy relajante y tierno. ¿Se trata tal vez de una ardilla? ¿De una paloma? En cualquier caso me ha gustado como lo has contado. Se ve que tu nieto te inspira :)
Besos

Lucero dijo...

Que lindo escrito amiga me gusto mucho,besitos y buenas noches

Guardiana de la Vega dijo...

El pajarillo, ¿no?, se ve que estaba acostumbrado a los niños y a que le proporcionaran su comida diaria.
Muy breve y delicado. Besos, amiga.

Anónimo dijo...

Hola Mjesús! Bello relato amiga, escrito con la misma ternura de esas carcajadas de los niños.
Besossssss

mariajesusparadela dijo...

Cada uno intentamos adivinar; quizá un perro es demasiado grande, pero también podría ser.

mariajesusparadela dijo...

(Hay un pato amarillo en el dibujo, a la izquierda)

Unknown dijo...

Hola a todos. En primer lugar agradecer vuestra visita. Y ahora la aclaración.
El relato lo tenía escrito desde hace mucho tiempo, por casualidad lo encontré ayer y lo coloqué, últimamente no tengo mucho tiempo para entrar en mi blog ni en el vuestro. Es cierto que no describí al animalito, pero cuando lo escribí no pretendía darle tanto protagonismo al protagonista (quiero decir que a pesar de ser el narrador, quise que se viera sólo como observador) pensé que no cambiaría la descripción del parque por ser un pájaro, una paloma o una ardilla (Mª Jesús, un perro sería algo extraño colocarlo diariamente de observador encima de un árbol, pero bueno, si lo prefieres, puede ser un perro; cosas más extrañas se han visto).
Gracias por el apunte, si volvéis a leer el relato, veréis de qué animal se trata. Lo siento, no me di cuenta del fallo.
Mirándolo bien… también podría haber sido un extraterrestre ¿verdad? jejeje

María Jesús dijo...

Precioso relato Mjesús, ya era hora que lo sacaras a la luz. Feliz semana.

Un beso!

Anónimo dijo...

hermoso relato...relajado y fluido!!

gracias!!

besoss

Anouna dijo...

Cuando observamos las pequeñas cosas de la vida, es cuando nos hacemos grandes.

Un hermoso relato, que me dejó asombrada con su final. Un ave, contando su momento, ha sido maravilloso poder entrar a su mundo y verlo a través de tu escrito. Maravilloso.

Gracias por estar conmigo y mi país en este momento dificil. De todo corazón gracias.

Un abrazo inmenso y mi cariño,
Anouna

Verdial dijo...

Me ha encantado. Fíjate que he leído los comentarios que te han hecho y todos daban por sentado que se trataba de un animal. Yo pensaba que era un mendigo o tal vez un pederasta. El final me ha pillado por sorpresa. Excelente.

Un abrazo