6 oct 2009

Irena Sendler “El Ángel del Gueto de Varsovia”.

Cuando Alemania invadió el país en 1939, Irena era enfermera en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia el cual llevaba los comedores comunitarios de la ciudad. En 1942 los nazis crearon un gueto en Varsovia, e Irena, horrorizada por las condiciones en que se vivía allí, se unió al Consejo para la Ayuda de Judíos, Zegota. Una de cuyas tareas era la lucha contra las enfermedades contagiosas. Como los alemanes invasores tenían miedo de que se desatara una epidemia de tifus, toleraban que los polacos controlaran el recinto.
Cuando Irena caminaba por las calles del gueto, llevaba un brazalete con la estrella de David, como signo de solidaridad y para no llamar la atención sobre sí misma. Pronto se puso en contacto con familias a las que ofreció llevar a sus hijos fuera del gueto. Pero no les podía dar garantías de éxito. Lo único seguro era que los niños morirían si permanecían en él. Muchas madres y abuelas eran reticentes a entregar a sus niños, algo absolutamente comprensible pero que resultó fatal para ellos. Algunas veces, cuando Irena o sus chicas volvían a visitar a las familias para intentar hacerles cambiar de opinión, se encontraban con que todos habían sido llevados al tren que los conduciría a los campos de la muerte.
A lo largo de un año y medio, hasta la evacuación del gueto en el verano de 1942, consiguió rescatar a más de 2.500 niños por distintos caminos: comenzó a sacarlos en ambulancias como víctimas de tifus, pero pronto se valió de todo tipo de recursos que sirvieran para esconderlos: sacos, cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercancías, bolsas de patatas, ataúdes... en sus manos cualquier elemento se transformaba en una vía de escape.
Irena quería que un día pudieran recuperar sus verdaderos nombres, su identidad, sus historias personales y sus familias. Entonces ideó un archivo en el que registraba los nombres de los niños y sus nuevas identidades.
Los nazis supieron de sus actividades. El 20 de octubre de 1943, Irena Sendler fue detenida por la Gestapo y llevada a la infame prisión de Pawiak donde fue brutalmente torturada. En un colchón de paja encontró una estampa de Jesús Misericordioso con la leyenda: “Jesús, en vos confío”, que conservó consigo hasta el año 1979, momento en que se la obsequió a Juan Pablo II.
Soportó la tortura y se negó a traicionar a sus colaboradores o a cualquiera de los niños ocultos. Fue sentenciada a muerte. Mientras esperaba la ejecución, un soldado alemán se la llevó para un "interrogatorio adicional". Al salir, le gritó en polaco "¡Corra!". Al día siguiente halló su nombre en la lista de los polacos ejecutados. Los miembros de Zegota habían logrado detener la ejecución sobornando a los alemanes, pues ella era la única que sabía los nombres y las direcciones de las familias que albergaban a los niños judíos. Irena continuó trabajando con una identidad falsa.
En 1944, durante el Levantamiento de Varsovia, colocó sus listas en dos frascos de vidrio y los enterró en el jardín de su vecina para asegurarse de que llegarían a las manos indicadas si ella moría. Al finalizar la guerra, Irena misma los desenterró y le entregó las notas al doctor Adolfo Berman, el primer presidente del Comité de salvamento de los judíos sobrevivientes. Lamentablemente la mayor parte de las familias de los niños había muerto en los campos de concentración nazis. En un principio los chicos que no tenían una familia adoptiva fueron cuidados en diferentes orfanatos y poco a poco se los envió a Palestina.
Los niños sólo conocían a Irena por su nombre clave "Jolanta". Pero años más tarde, cuando su foto salió en un periódico, un hombre la llamó por teléfono y le dijo: "Recuerdo su cara, usted es quien me sacó del Gueto." Y así comenzó a recibir muchos llamadas y reconocimientos.
En 1965 la organización Yad Vashem de Jerusalén le otorgó el título de Justa entre las naciones y se la nombró ciudadana honoraria de Israel.
En noviembre de 2003 el presidente de la República, Aleksander Kwasniewski, le otorgó la más alta distinción civil de Polonia: la Orden del Águila Blanca.
En el año 2007 el gobierno de Polonia la presentó como candidata para el premio Nobel de la Paz. Esta iniciativa fue del Presidente Lech Kaczynski y contó con el apoyo oficial del Estado de Israel —a través de su primer ministro, Ehud Ólmert— y de la Organización de Supervivientes del Holocausto residentes en Israel. Las autoridades de Oświęcim (Auschwitz en alemán) expresaron su apoyo a esta candidatura, ya que consideraron que Irena Sendler fue uno de los últimos héroes vivos de su generación, y que demostró una fuerza, una convicción y un valor extraordinarios frente a un mal de una naturaleza extraordinaria. Finalmente el galardón fue concedido al ex vicepresidente de los EE. UU., Al Gore.
Falleció en Varsovia (Polonia), el 12 de mayo de 2008 a los 98 años de edad.
«La razón por la cual rescaté a los niños tiene su origen en mi hogar, en mi infancia. Fui educada en la creencia de que una persona necesitada debe ser ayudada de corazón, sin mirar su religión o su nacionalidad.»
Irena Sendler



Texto recogido de wikipedia

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Mjesus!! Maravilloso relato. Cuantas mujeres valiosas tiene la historia. Es muy bueno que se conozcan
Besos

Katy dijo...

Esto me ha tocado el corazón y me trae el sufrimiento de la II guerra mundial en el que mi madre también contrajo el tifus y me separaron de ella.Prefiero dejarlo aquí. Gracias a la personas como Irena Sendler, desconocidas que tendían sus manos a la solidadridad otras salieron adelante. Por eso yo tembien me siento Ciudadana del Mundo.... Para mi no existen las barreras de fronteras, banders, color de piel o religión. La persona está encima de todo eso.
Un abrazo

Unknown dijo...

¿Y cuántas historias de héroes habrá por el mundo que no conozcamos? Conocía la historia de ésta mujer desde hace mucho, pero el poco tiempo del que dispongo no me ha permitido hacérselo como se merece Me he limitado a cogerlo y copiarlo.
Sólo pretendo darle un pequeño homenaje.
Gracias por estar ahí.

Unknown dijo...

Lamento haberte traído malos recuerdos. Estoy segura de que tu madre fue una persona muy valiente.
Gracias, Katy, eres una persona excepcional.

La Dame Masquée dijo...

Que maravillosa historia. Me ha conmovido mucho su relato, en especial la forma en la que logró salvarse del campo de concentracion.
Es maravilloso que despues de tantas amarguras pasadas su corazon no se cerrara y secara, sino que siguiera siendo capaz de pensar y sentir de ese modo.
Ojala los galardones fueran siempre tan bien concedidos.

Buenas noches, madame

Bisous

El Angel de cari dijo...

Que mujer maravillosa!
te felicito por este relato y gracias por hacer que la conozca.
besos

Felipe Medina dijo...

Conocía la historia de esta extraordinaria mujer.

Gracias por darla a conocer

mariajesusparadela dijo...

Estas son las personas que deberían ocupar cada día las portadas de los periódicos, a ver si nos contagiábamos todos.

Blanca Miosi dijo...

MJesus, ¡qué historia tan ejemplar la de Irena, y como ella en es época hubo tantos casos de heroísmo!
Se requiere de mucha valentía para enfrentar situaciones en las que puedes perder la vida, en su caso, fueron más fuertes sus convicciones.

Muchas gracias por dar a conocer estos valiosos personajes, amiga,

Un abrazo!
Blanca

Unknown dijo...

No puedo estar más de acuerdo con vosotr@s. En la historia ha existido muchos éroes y eroinas; tenemos el deber de reconocerlos como se merecen.
Un beso para tod@s

Carolina dijo...

Cuántas personas olvidaron su bienestar para ayudar a los demás. Olvidaron sus miedos, que es lo que impide actuar y se lanzaron sin acordarse de ellas mismas. Debemos recordar a estos Héroes o Heroínas, para que su ejemplo llegue a todos los rincones del mundo y sean recordados...
Besos amiga!!

Pilar dijo...

Mª Jesús, me conmueve la historia de esta mujer, que salvó tantas vidas desde el anonimato. Es una heroína real, de las que jamás nos tendríamos que olvidar.

Bonita historia.

Besitos, guapa.

Pilar

Unknown dijo...

Lo importante es que se reconozca a estas personas y no queden en el olvido.
Besos a las dos y gracias por visitarme.

YoSusan dijo...

Más de dos mil quinientos niños fueron testigos de su bondad, ella como nadie elevó esta palabra.
Merecido reportaje. Yo también le dediqué hace un tiempo un espacio en mi blog, me parecía justo.

Un saludo
YoSusan

mariajesusparadela dijo...

Gracias por tu visita de hoy.

Unknown dijo...

Maravillosa historia, gracias por compartirla; ése mismo día en el que moría Irena nacia mi nieta Lucero, le haré leer a su debido tiempo esta historia de una de las tantas mujeres luchadoras

Unknown dijo...

Agradezco tu visita YoSusan.

Quedida Mª Jesús, entro en tu blog siempre, tus post son muy interesantes.

Hija de la Lárgrima, tienes una buena razón para no olvidar la fecha. Tu nieta tiene un nombre precioso.

Besos a las tres

Kim Basinguer dijo...

Conocia su historia, pero es un deleite volver a recordarla, porque reconforta el corazón.