17 sept 2009

Gota fria

Me gustan los días de lluvias, aunque ya no tanto como antes.
Vemos en las noticias las inundaciones de los pueblos, yo, por haberlo vivido, me estremezco más de lo normal.
Hace casi dos años, mi pueblo sufrió una fuerte riada, lo que suele llamarse “gota fría”

Aquel día yo estaba sola en casa cuando escuché llover cada vez con más intensidad, me apresuré a colocar las tablas en la puerta del patio (anteriormente me había entrado agua en la casa, aunque nunca superior a cinco o seis centímetros. Cuando dejaba de llover el agua se iba por donde había venido sin dejar muchas consecuencias).
Una vez dejé colocada la tabla del patio me dirigí para hacer lo mismo con la de la calle, siempre tarda más en entrar por esa puerta; ese día no ocurrió así. Cuando llegué al salón el agua ya estaba entrando, lo único que pude hacer fue cerrar la puerta con el propósito de que entrara la menor cantidad de agua posible. Mis hijos me llamaron al móvil para saber cómo estaba, al decirles que estaba inundada se presentaron de inmediato para ayudarme, naturalmente le abrí la puerta para dejarlos entrar y con ellos entró también mucho más agua.
Rápidamente intentamos salvar todo lo que pudimos, los cajones, el dvd, papeles que estaban en la parte inferior del mueble… pero el agua estaba helada porque lo que llovía era hielo y se nos congelaban los pies. Así que nos subimos a los dormitorios y desde allí, impotentes, vimos cómo mi salón se iba convirtiendo en una laguna (más de un metro de agua).
Nos asomamos al balcón para ver la calle y cuál fue nuestra sorpresa al darnos cuenta de que el coche de mi marido estaba bajo el agua, literalmente porque sólo se distinguía el techo de vehículo. Resulta que nunca lo deja atrás y ese día precisamente se fue con el coche de un amigo y dejó el suyo en la puerta.
Perdimos muchas cosas aquel día, se inundó los electrodomésticos, los muebles de la cocina (todo los de la parte inferior) los del cuarto de baño, los de la sala pequeña junto con la torre del ordenador, el coche... Y sin embargo tengo que decir que tuve suerte.

En la calle principal del pueblo el resultado fue mucho más trágico. Los comercios quedaron destrozados. La fuerza del agua hizo que veinticuatro coches quedaran amontonados en medio de la calle, una mujer falleció atrapada en el suyo. Era una profesora de treinta y cinco años y madre de dos niñas.
También falleció una señora mayor, murió de un infarto al colisionar un autobús en su fachada.
Aquél día cayeron ochenta litros de agua por metro cuadrado en quince minutos y le declararon al pueblo como zona catatrófica.

Me siento solidaría con toda esa gente que está perdiendo sus hogares, que está pasando por ese mal momento, y sé que se pasa muy mal. No obstante les digo una cosa, aunque en éstos momentos sea de poco consuelo: todo lo material es reparable, lo que es insustituible es la vida.

15 comentarios:

Cris dijo...

Estos desastres que provocan las lluvias son muy tristes y preocupantes. Pero lo es más aún en algunas regiones de mi país, por ejemplo donde junto con la inclemencia del fenómeno, azota a esa gente la inclemencia de la pobreza. Y los ves sumidos en la miseria, perdiendo lo muy poco que tienen y con la única esperanza de que alguien los pueda ayudar.
En este momento está lloviendo sobre Buenos Aires, la lluvia sigue siendo hermosa, cariños

La Bruja de Clarà dijo...

Debe de ser terrible. Pero pudiste con ello, lo superaste y eso te hizo más fuerte. En el fondo somos afortunados y cada día hemos de dar gracias por todo lo que tenemos. Mil besos.

Katy dijo...

Hola Mª Jesús.
Me acuerdo de esto perfectamente. Fue terrible. Un cosa es la lluvia suave y otra esto. Gracias por tu comentario en mi blog.
Por cierto viste el premio que te deje en Tocando otros Palillos
http://katy-tocandootrospalillos.blogspot.com/2009/09/he-recibido-este-premio-de-carmen.html
Es por los Valores. No tienes obligacion ninguna de aceptarlo, simplemente quiero decírtelo por si se te ha pasado.
Un beso

Anónimo dijo...

Hola MJesus, en Argentina pasa muchas veces estos desastres, en la capital de mi provincia arrasó con todas las viviendas, parecía un río profundo y la gente se quedaba en los techos para que no le robaran sus cosas, yo creo que en realidad era que no querían abandonar su lugar. Es muy triste.
Besos

xXxmiGuelxXx dijo...

HOLA EN EL PERU TUBIMOS TAMBIEN LLUVIAS FUERTES,GUAYCOS QUE DESTRULLE CASA,CAMPOS DE CULTIVOS ES EL FENOMENO DEL NIÑO,ES MUY TRISTE SOBRE TODO PARA NOSOTROS LOS POBRES POR NUESTRA VIVIENDAS.
ABRAZOS.QUE DIOS TE BENDIGA.
MIGUEL PAPA DE ANITA.

mariajesusparadela dijo...

Por mi tierra, como es tan montañosa, el agua corre ladera abajo. Solamente se inundan las salidas de los ríos al mar, si hay marea alta.
Pero yo creo que el mayor problema es que se edificó en lechos de ríos y cuencas y cuando llueve el agua tiende a ir por ellos.
Yo he visto lluvias de 120 litros por metro cuadrado sin consecuencias.
Y,en dos meses, en Galicia, ni gota.

El Angel de cari dijo...

Que terrible! No lo he vivido pero me imagino lo que debe ser perder todo lo que uno ama y comenzar nuevamente.
te deseamos un buen fin de semana.
besos

Felipe Medina dijo...

¡Es terrible!

Hace dos años,por aquí,sufrimos una riada y fue una noche y mañana de auténtico terror.
Los destrozos de casas y enseres llevóa a la gente a buscar refugio dónde podia.

La intervención de Protección Civil fue de una gran ayuda.

La secuelas psíquicas aún siguen alarmando a la gente cuando creen que va haber tormenta.

La Naturaleza enfurecida,a veces,es despiadada.

Besos

Unknown dijo...

Tienes razón, Cris, las desgracias siempre recae sobre los que menos tienen. Es ley de vida; las miserias siempre acuden a las miserias.
Estoy contigo, la lluvia, con moderación, es preciosa.
Besos


No se si soy más fuerte, amiga bruja, pero sí puedo decirte que soy más precavida.
Besos


Katy, vi el premio y te lo agradezco, en cuanto pueda los colocaré todos.
Besos


Amiga Gabriela, aquí no se llegó a ese extremo, el agua sólo subió un metro. Pero supongo que tienes razón, las personas se niegan a abandonar sus casas, es muy duro comenzar desde cero. Yo he tardado dos años en arreglar los destrozos porque perdí todos los muebles y las paredes se llenaron de humedad. Imagínate si hubiese perdido la casa.
Besos


Es muy triste que la naturaleza se comporte así con los más necesitados.
Besos, gracias por visitarme, también pasaré por tu blog.



El verano ha sido muy seco, es por eso que las primeras lluvias traen tantas consecuencias.
Besos, Mª Jesús


¿Sabes, Yoly, lo que más duro fue perder? Aunque parezca tonto, me duele haber perdido las cintas de video de la primera comunión de mis hijos, los videos de las fiestas del colegio, fotografías y todas esas cosas que ni todo el dinero del mundo puede devolverme.
Besos



Creo que el que haya vivido una situación así, siempre le quedará secuelas. Nunca me asustó la lluvia, ahora en cuanto suena los truenos, una sensación extraña me oprime el pecho y voy nerviosa de un lado a otro.
Te diré que los bomberos y la policía fueron muy eficientes aquel día, también todo el mundo se portó solidario. Es extraño, tiene que suceder una situación de esa envergadura para que todo el mundo quiera echar una mano. Supongo que todo lado negativo tiene su lado positivo.
Besos

Jose Antonio Cabrera Ramirez dijo...

Estoy de acuerdo que lo importante son las vidas humanas y en este caso llevamos cuatro personas.
Me gustaría verte por villablog el 24 de Octubre. Pásate por mi blog si te parece bien y estudia esa posibilidad, pues te coge cerca.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Hola, José Antonio. Había visto la entrada de tu blog, incluso iba a clocarlo en el mio tal como aconsejabas. Pero no podré ir, será imposible y por eso no lo puse.
Gracias por la invitación, otro día será.
Besos

Unknown dijo...

Siempre los desastres meteorológicos nos producen estas sensaciones de congoja, es cuando la Naturaleza nos dice BASTA HUMANOS de atacarme con supuestos progresos.

Unknown dijo...

Puede que tengas razón y esa sea su manera de defenderse.
Besos y gracias por tu visita

Guardiana de la Vega dijo...

Verdad, qué mal lo pasamos, aunque por supuesto, tu más que yo.Mi suerte es que vivo en un piso, y además en un segundo,y por mucho que entre el agua en el portal, no llega ni al primero, pero en la hilera de tu casa es terrible; yo al menos, aunque el agua le llegó al coche hasta el volante, lo pude recuperar, tu hasta eso perdiste.
Pero somos "pecho lata" y sabemos superar las adversidades,aunque tenemos una obsesión cuando se pone el cielo con nubes oscuras...
BESITOS

judia dijo...

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